O Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, te adoro con todos los Ángeles y Santos.
Con todo mi corazón te agradezco la gracia que otorga sobre mí, sobre todo por darme este día para servirle.
Quiero vivir solo por ti, para tu honor y la salvación de las almas.
Señor, sálvame del pecado y me protege de todo lo que tienta a pecar.
Amoroso Padre, te ofrezco todo lo que soy y todo lo que hago.
Ayudarme a hacer mis tareas necesarias y ser sabios en la toma de decisiones.
Que nada me angustia y me ayude a confiar en ti para todo lo que necesito.
Ayúdame a dejar ir de cualquier inadecuada preocupación y ansiedades. Amén.