De las catequesis de San John Crisóstomo, obispo (cat. 3, 13-19: 50 SC, 174-177)
El poder de la sangre de Cristo
Si queremos entender el poder de la sangre de Cristo, debemos volver a la antigua cuenta de su prefiguración en Egipto. Sacrificio de un cordero sin mancha, mandó a Moisés y rociar su sangre sobre las puertas. Si fuéramos a pedirle lo que quería decir, y cómo la sangre de una bestia irracional posiblemente podría salvar a los hombres dotados de razón, su respuesta sería que la fuerza salvadora radica no en la sangre de sí mismo, sino en el hecho de que es una señal de la sangre del Señor. En aquellos días, cuando el Ángel destruyen vio la sangre sobre las puertas que no se atrevía a entrar, así que cómo mucho menos el diablo abordará ahora cuando él ve, no esa sangre metafórica en las puertas, pero la verdadera sangre en los labios de los creyentes, las puertas del templo de Cristo.
Si usted desea mayor prueba del poder de esta sangre, recuerda donde sucedió, cómo funcionó de la Cruz, que fluye desde el lado del maestro. El Evangelio registra cuando Cristo fue muerto, pero aun así colgado en la Cruz, un soldado llegó traspasado su costado con una lanza e inmediatamente se vierte agua y sangre. Ahora el agua era un símbolo del bautismo y la sangre, de la Santa Eucaristía. El soldado había traspasado a lado del Señor, él abierto brechas en el muro del templo sagrado, y he encontrado el tesoro y he hecho mi propia. Así también con el cordero: los judíos sacrificaron la víctima y yo he sido salvado por él.
Allí fluyó de su lado agua y la sangre. Amados, no pasar por este misterio sin pensamiento; tiene otro significado oculto, que voy a explicar a usted. Le dije que agua y sangre simbolizado el bautismo y la Santa Eucaristía. De estos dos sacramentos nace la iglesia: bautismo, el agua de limpieza que da Renacimiento y renovación por medio del Espíritu Santo, y de la Santa Eucaristía. Puesto que los símbolos del bautismo y la Eucaristía fluyeron de su lado, fue de su lado que Cristo formó la iglesia, como él había creado Eva desde el lado de Adán. ¡Moisés da un toque de esto cuando narra la historia del primer hombre y le hace exclamar: hueso de mis huesos y carne de mi carne! Como entonces, Dios tomó una costilla del lado de Adán a una mujer de moda, así que Cristo ha dado nos sangre y agua de su lado a la iglesia de la manera. Dios tomó la costilla cuando Adán estaba en un sueño profundo, y de la misma manera Cristo dio nos la sangre y el agua después de su muerte.
¿Entiende, entonces, cómo Cristo ha unido a su novia a sí mismo y qué alimentos nos da todo para comer? Por la misma comida estamos tanto traídos a la existencia y nutridos. Como una mujer alimenta a su hijo con su propia sangre y leche, así que Cristo sin cesar nutrir con su propia sangre aquellos a quienes él ha dado vida.