Queridos feligreses,
Como el verano se acerca a su fin, estoy seguro que tenemos lindos recuerdos: una boda, un viaje a la playa, picnics familiares, bebidas frías y cálidas brisas. He disfrutado el verano, aunque la falta de lluvia y los incendios forestales me tienen preocupado por aquellos en peligro. La escuela está a punto de comenzar y muchos están entusiasmados sobre los nuevos retos y oportunidades que nuestros hijos se enfrentarán este año cuando crezcan en sabiduría y madurez.
Mi corazón ha reflexionado sobre ¿qué pasaria? Si abrimos nuestros corazones al capítulo seis del Evangelio de Juan ¿Qué pasa si realmente creímos que Jesucristo viene a nosotros en la Misa, cuando recibimos la Sagrada comunión? ¿Qué pasaría en nuestros corazones? y ¿qué cambios esto traería a nuestra vida espiritual y la vida de nuestras parroquias?
La buena noticia, la alegría del Evangelio es esta: porque de tal manera amó Dios al mundo que envió a su único Hijo como Salvador. Este es el famoso Juan 3:16 que vemos en los eventos de deportes. En el discurso “pan de vida” (Juan 6:48-58) Jesús dijo “Yo soy el pan de vida” y promete que si comemos su carne y creemos en él podremos recibir la vida eterna. Recibiremos una participación en la vida divina, que cambia nuestros corazones. Si nos abrimos completamente a esta verdad, nuestros corazones comienzan a desbordar el deseo de servir a Dios y ayuda a difundir el mensaje de que cada uno de nosotros somos hijos queridos y amados de Dios.
Este deseo de amar a Dios de forma generosa le llamamos administración de tiempo, talento y tesoro. El amor es el motivo para casarse, aceptar hijos y vivir con un amor de sacrificio por el bien de los demás. Con el año escolar que comienza, le pregunto ¿qué ha revelado Dios en su corazón? ¿Cómo está creciendo su amor, y como es que Dios le pide que expresé su gratitud por la salvación en Jesucristo y las bendiciones que recibimos a través de la Santa Madre Iglesia?
Tenemos necesidades importantes en la difusión del Evangelio en cada una de nuestras parroquias. Necesitamos, sobre todo de su tiempo y talento, como profesor de educación religiosa o ayudante de clase, lo necesitamos como un ayudante de Allison, nuestra voluntaria Jesuita de jóvenes, y necesitamos su generosidad para aperitivos. Cada parroquia lo necesita en el Consejo Pastoral para apoyar a su Pastor. Muchos de nuestros consejos pastorales han servido durante mucho tiempo más allá de sus términos de 2 o 3 años, muchos han servido durante 10 años o más. Como su Pastor le pido que sirva en un Consejo Pastoral. También necesitamos Ministros para visitar a los enfermos, tres prisiones, al hospital y hogares de ancianos.
Santa Ana en Forks está pagando el préstamo de la casa del párroco antes de su vencimiento. La escuela Santa María necesita más de $100,000 cada año para gastos operativos. El año próximo necesitamos pintar la casa de párroco de Santa Maria. Este año en Nuestra Señora del Buen Socorro en Hoquiam, necesitamos $60,000 para quitar podredumbre seca, instalar insulación, ventanas, puertas y pintar la casa del Pàrroco. Esto no es remodelación, solo reparaciones necesarias. Las colecciones de los domingos en Nuestra Señora del Buen Socorro simplemente no cubren los gastos anuales de la parroquia. Sólo somos capaces de aportar $12,000 de las reparaciones en este momento. Sería fantástico si usted pudiera donar $600 para una ventana o unirse a un amigo o amigos en esto. Necesitamos más de 30 ventanas. Nuestra vida Católica es el amor mutuo y responsabilidad compartida. Simplemente pido que oren acerca de cómo Dios quiere que respondan a las necesidades de difundir la alegría del Evangelio.
Su siervo en Cristo, Padre Paul