Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Al inicio del nuevo año escolar y mi segundo año como su Pastor, siento la alegría de un nuevo comienzo y la escasez de capacidad para satisfacer todas sus necesidades. A veces parece como la Montaña Rainier, pero recuerdo que una excursión, y sé que el camino para llegar a la cima es un paso a la vez y tomar tiempo para disfrutar del paisaje. Mi fe en mi sacerdocio crece a medida que veo la Divina Providencia en tantas bendiciones este año pasado. Ciertamente no estamos atrapados, y muchas cosas apuntan a un emocionante futuro en cada una de nuestras parroquias.
Tenemos un Comité comprometido en la Escuela Santa María, el número de estudiantes ha aumentado, el Comité de Finanzas está planeando una campaña para asegurar la financiación anual, el Consejo Pastoral y Nuestra Señora del Buen Socorro está recaudando $50,000 para reparar la casa Pastoral. Esto es la corresponsabilidad de tiempo, talento y tesoro. Corresponsabilidad aumenta nuestra fe para propagar la alegría del Evangelio. El Papa Francisco nos llama a que hagamos obras de misericordia corporal y espiritual.
Me siento obligado a pedirle que sea generoso con su tiempo y talento. ¡Te necesito! Estoy tan agotado que me ha sido imposible dirigir todas las cosas que necesitan llevarse a cabo para tener una vida espiritual activa en cada parroquia. ¡Te necesito! Te necesito como un maestro para ayudar en la educación religiosa. Si cada clase se comparte, nadie se sentiría obligado a renunciar a su familia o su vida personal durante todo el año. Te necesito como un testigo del evangelio como monaguillo, sacristán, ujier, miembro del coro o lector. Si compartimos la participación en la liturgia, experimentaremos más profundo el sentido de reverencia y adoración. Te necesito, en el Consejo Pastoral. Cada año debemos traer dos miembros nuevos, para que cada Consejo permanezca renovado. Algunos han estado sirviendo por más de diez años, debido a la falta de que otros tomen su turno en el servicio a la parroquia.
Cada primavera, hacemos la Petición Anual Católica para la Arquidiócesis y pide a las personas incapaces de contribuir económicamente que comprometan su tiempo para orar por la iglesia y la parroquia. Este es un llamado sincero a la oración. Si oran en casa, vienen a Misa y adoran la Eucaristía, vamos a ver como las necesidades de todas las parroquias se llevan acabo. Estoy convencido de que Dios nos está llamando a una mayor participación en su iglesia. Me conmueve al hablar de la misericordia de Dios en la confesión y las abundantes bendiciones de Dios en Santo Matrimonio para ayudar a los católicos a restaurar la comunión con Dios. Cada vez que oiga una homilía sobre la sumisión a la enseñanza de Dios y la iglesia debes recordar que tus sacerdotes y párrocos están entre ustedes como los que sirven. La misericordia y la obligación de servir están implícitas en el Evangelio. La alegría por las bendiciones de Dios nos da la felicidad de cumplir con nuestras obligaciones a Dios en su iglesia.
Es posible para cada persona crecer en la santidad y para experimentar personalmente el amor de Dios que nos cubre con la seguridad de que somos amados. Este es el gran secreto del Espíritu Santo, Dios quiere penetrar en cada corazón con la grandeza de su amor. Saber que somos amados hijos de Dios, cura las heridas que están ocultas en nuestros corazones. Si sientes que estás limitado en tu amor o que sí das tu vida completamente a Dios de alguna manera Dios te robará tu alegría y felicidad, experimentas el engaño que emana de tus heridas.
Te aseguro que cada persona puede encontrar la plenitud del amor en Jesús.
Tu siervo en Cristo, Padre Paul