Queridos feligreses,

Te escribo con tristeza sobre el cumplimiento de nuestras promesas bautismales de educar a los hijos en la fe con nuestro ejemplo de vida. Lo que me preocupa es que muchos padres tienen la idea de que enseñar la fe a sus hijos significa clases de Preparación Sacramental para la Primera Comunión y Confirmación. Nos da una gran alegría ver niños elegantes en la Primera Comunión, pero luego desaparecen de la Misa y de la Educación Religiosa. Ocho años después regresan para las clases de Confirmación sin saber rezar y con poco entendimiento de la ley moral, la oración Católica y el significado de la Misa.

La educación de los hijos en la fe no es Preparación Sacramental. Crecer en la fe es un proceso de toda la vida. Privamos a nuestros hijos del apoyo que necesitan para crecer en santidad. La forma de vida Católica es vivir en comunión con Dios. San Juan María Vianney, patrón de los sacerdotes parroquiales, dice: “la oración no es otra cosa que la unión con Dios. Todo aquel que tiene el corazón puro y unido a Dios experimenta en sí mismo como una suavidad y dulzura que lo embriaga, se siente como rodeado de una luz admirable. En esta íntima unión, Dios y el alma son como dos trozos de cera fundidos en uno solo, que ya nadie puede separar. Es algo muy hermoso esta unión de Dios con su pobre criatura; es una felicidad que supera nuestra comprensión”. Detener la Formación en la Fe después de la Primera Comunión le roba a los niños la oportunidad de crecer en una relación personal con Jesucristo. Esto pone la fe de la parroquia en un nivel de un niño de ocho años de edad.

Los Evangelios dominicales y la homilía cuentan la historia de Jesús que nos conduce a la paz con el Padre. La forma de vida Católica acerca de la victoria de Cristo sobre “las preocupaciones diarias de comer, vestir, éxito o una carrera”. Cada persona tiene hambre de sentido y eternidad. Jesús satisface nuestra hambre dándose a sí mismo en la cruz y en la Eucaristía. El Papa Francisco dijo, “Jesús no elimina las preocupaciones y la búsqueda del pan de cada día, Jesús nos recuerda que el verdadero significado de nuestra existencia terrenal es el fin, — la eternidad — el encuentro con él, que es don y dador”. El Papa dijo que nuestra misión es: “que nosotros, a su vez, satisfagamos el hambre material y espiritual de nuestros hermanos proclamando el Evangelio por todas partes.” Eso significa que pasemos la alegría del Evangelio, a nuestros hijos para que ellos también reciban las abundantes bendiciones de vivir en comunión con Dios por medio de la oración en casa y participando en la Misa cada domingo.

Me siento bastante desanimado por las fuerzas de la costumbre y la cultura que contribuyen a esta privación de la Formación en la Fe para niños y adultos. Crecer en la fe es nuestra conversión a Cristo. Espiritualmente, no nos quedemos como niños. Debemos crecer física y espiritualmente. Debemos enamorarnos de Jesús y ver a Dios como nuestro Padre misericordioso que nos protege y nos sana por medio de su Iglesia y su ley moral. Si no vemos a Jesús y a la Iglesia como instrumentos de amor, nos ofenden las enseñanzas de la Iglesia y la ley moral de Dios.

El año escolar está por iniciar y necesitamos maestros y ayudantes para la Educación Religiosa/Formación en la Fe. Sueño que vamos a tener maestros y ayudantes para tercero, cuarto, quinto y sexto grados, además de ayudantes para los grupos juveniles de secundaria y preparatoria. Nuestros niños necesitan que les ayudemos a aprender que Dios los ama y que espera grandes cosas de ellos, sí, la santidad es a lo que estamos llamados. Si ha ayudado en el RICA, la educación religiosa o el grupo de jóvenes, sabe que también crecemos en nuestra propia fe  y aprendemos cosas nuevas. Bonnie Gilovich necesita ayuda asistiendo a los adultos que entran a la Iglesia Católica.

Le invito a enamorarse profundamente de Cristo por la Formación en la Fe de toda la vida, como padre, maestro, ayudante o estudiante de la Iglesia y la Biblia. La Biblia es el libro de la Iglesia Católica y necesitamos familiarizarnos con ella, para conocer a Jesús y compartir nuestro amor con él. Nuestra parroquia está en el proceso de contagio del fuego del amor del Sagrado Corazón mientras el Espíritu Santo toca almas, por favor viaje con nosotros.

Su siervo en Cristo, Padre Paul