Feliz Día de las Madres a las madres, abuelas, madrinas, madres temporales, madres adoptivas, madrastras y las madres espirituales que me ayudan en mi primer año como párroco. Es bueno que el día de las Madres se celebra en el mes de María, la Madre de Dios. Las Iglesias orientales la honran como “Buscadora de los Perdidos” (el misterio gozoso encontrando a Jesús en el templo): … Oh, Virgen pura, Madre de Dios, no cesas de buscar a tus hijos perdidos; que podamos atesorar a Cristo en nuestros corazones y eternamente encontrar la casa de nuestro Padre.” Theotokos significa “Madre de Dios”. Theotokion es una bella oración en la Liturgia Divina: “Tu fiel ayuda a los Cristianos, inquebrantable mediadora en presencia del Creador, no pases por alto la voz orante de los pecadores, pero apresúrate en tu bondad, en nuestra ayuda, quienes lloramos confiadamente a ti: Apresúrate en oración y se diligente para nuestra salvación, Oh, Madre de Dios, siempre protegiendo a aquellos que te honran.” El respeto a la maternidad crece en la contemplación de la Virgen María, que concibió a Jesús en su corazón, antes de concebirlo en su vientre. La maternidad es una participación sagrada en la fecundidad del amor de Dios.

Hoy quisiera continuar con las cartas recientes del Párroco acerca de la obligación de recibir el Sacramento del Matrimonio y que los padrinos sean Católicos activos. Cada madre es una imagen del amor de Dios y de la relación de la Iglesia, como esposa de Jesús. Estoy lleno de amor por las madres, independientemente de su estatus y su relación con la Iglesia. Deseo bendecir y apoyar a todas las madres para que sus hijos reciban los sacramentos.

Algunos leen en mis cartas un mensaje oculto que yo me niego a bautizar a los hijos de madres solteras o no casadas por la Iglesia. Nada podría estar más lejos de la verdad. Durante treinta años como trabajador social he llegado a apreciar los desafíos que enfrentan las madres de hoy. Me gustaría aumentar el matrimonio en la Iglesia, para que cuando una madre pida el bautismo de su hijo/a, las personas que elija como padrinos sean elegibles bajo el Derecho Canónico. En el bautismo el niño es nacido en la Iglesia, eso demuestra que los padres desean que el niño sea criado en la fe Católica. Estoy abierto a ayudar a una pareja de casados por el civil de casarse el viernes por la Iglesia y así puedan ser los padrinos el sábado.

Como su sacerdote, soy un instrumento de la gracia que fluye desde el corazón herido de Jesús en los sacramentos de la Santa Madre Iglesia. Deseo ayudar a todos los que piden los sacramentos a encontrar la misericordia de Dios. La maternidad es un don divino que fluye de la dignidad de ser hecho a imagen y semejanza de Dios. Hoy, bendigo a todas las madres. Ustedes son el corazón de la familia y la parroquia. Su amor maternal hace posible que nuestras parroquias sean comunidades que hacen presente el amor de Cristo.

Tu siervo en Cristo, Padre Paul