Una oración, una esperanza en el amor y el gozo Santo

En las personas que he mencionado, he visto y amado en la fe su comunidad entera; y así, le ruego que se esfuerzan por hacer todas las cosas en armonía de Dios. El obispo es presidir como representante de Dios, los presbíteros son para llevar a cabo la regla del Consejo apostólico y los diáconos, que son tan queridos para mí, son ser confiado al servicio de Jesucristo, quien estaba con el padre antes de tiempo comenzó y ahora por fin nos ha manifestado él mismo. Seguir los caminos de Dios y tener respeto por el otro; que a no hay un juez su vecino como el mundo hace, pero amamos siempre en Cristo Jesús. Que no haya nada entre vosotros que podría dividirlo, pero vivir de acuerdo con el obispo y aquellos que están sobre ti como una señal y un patrón de la vida eterna.

El señor no hizo nada de sí mismo o a través de sus apóstoles sin su padre, con quien él está unido; Así también, usted debe llevar a cabo nada sin el obispo y los presbíteros. No intente persuadir a ustedes que lo que haces en tu propia cuenta es correcto y apropiado, pero cuando os reunís debe haber una petición, una oración, una sola mente, una esperanza en el amor y el gozo Santo, Jesucristo es uno y perfecto antes de todo lo demás. Usted debe estar rápido se unan, en cuanto a un templo de Dios, un altar, para el un Jesucristo, quien vino de un padre, al mismo tiempo restante con él y volvió a él.

No ser descarriado por doctrinas falsas o cuentos de viejos y ociosos. Por si aún vivimos por la ley, admitimos que no hemos recibido gracia. Pero los santos profetas vivieron según Jesucristo, y es por ello que eran perseguidos. Estaban inspirados por su gracia para traer convicción a un mundo incrédulo que hay un Dios, se manifiesta ahora a través de Jesucristo su hijo, su palabra, que salió del padre y en todas las cosas agradables a quien lo envió.

Aquellos que vivieron por las costumbres ancestrales lograron una esperanza; Ya no se observaban el sábado, pero el domingo, el día del Señor, para ese día la vida surgió por nosotros a través de Cristo y a través de su muerte. Algunos niegan este misterio, pero a través de él hemos recibido nuestra fe y por ello perseveramos, que podemos probar a ser discípulos de nuestro único maestro, Cristo Jesús. Incluso los Profetas le esperaban como su maestro, puesto que eran sus discípulos en espíritu. Es por ello que Cristo, a quien esperaban con acierto, los levantó de los muertos cuando apareció. Entonces, ¿cómo podemos vivir sin él?